Esa glaciar en tus ojos
El frío al que me condenaste,
Cambiaste el fuego que tenías
Por la indiferencia que hoy me traes.
No dudes que te quiero,
Aun sabiendo de tu corazón amargo.
Para siempre habré de ser tuya,
En mis sueños, en mis palabras,
Y en todo mi cuerpo,
Ya que no puedo olvidarme
De un amor eterno.
Sigue. Yo sé que en algún lugar en ti
Habito. Y no olvidarás nuestra historia,
Porque sí, era amor.